Cifras desobedientes
Aviso: Este no es un análisis académico de la economía uruguaya.
No es. No tiene ese rango. Es apenas la visión de un uruguayo que lee los datos aparecidos en la prensa nacional y trata de interpretarlos con las herramientas que todos tenemos a mano: la razón y los sentimientos.
Así llegamos a las noticias del día que nos informan lo siguiente:
El MIDES crece pero la pobreza no baja. (El País, 27 3 2011).
No se dice en el titular pero se afirma mas adelante que creció el número de pobres. Como es difícil creerle a un diario de la oposición, vamos a las cifras y lo comprobamos.
La columna indicadora de pobreza en el 2010 fue establecida en 20,9% de la población y en el 2002 se situaba en el 18,1%. Matemáticamente, sin carga política subjetiva, significa que la pobreza aumentó mas de un 15% durante ese periodo. Y como de ese periodo de 8 años, cinco son frenteamplistas significa que mas del 60% de ese aumento se debería a la política “progresista”. Eso, si distribuimos los datos equitativamente en el grafico. Se podrá argumentar que esa cantidad de pobres creció hasta el 2005 y luego se detuvo gracias a las políticas sociales frenteamplistas.
Muy bien. Es aceptable argumentalmente.
la pobreza se "asienta"; ahora son 412 los cantes montevideanos
Pero las cifras desobedecen los discursos de felicitaciones de los organismos internacionales y siguen una lógica matemática.
Quizás no creció la cantidad de pobres; ya venían de la crisis del 2002… pero y entonces ¿como aumentaron los “asentamientos “que en el 2005 eran 365 en Montevideo y se contabilizaron en 412 en el 2007?… otra vez tenemos un 15% porfiado… ¿de dónde salieron, si la pobreza se mantuvo constante y no creció en el periodo? No nos situemos en las circunstancias desgraciadas y miserables de 257000 personas que viven en ellos. No hace falta contaminarse con la pobreza para entenderla. También hay datos estadísticos sobre las penurias de 20000 niños que viven de revisar la basura “requechando” algo de valor entre los desperdicios urbanos; ya sean papeles, cartones, metales, envases, etc. Un servicio que los niños comienzan a prestar apenas aprenden a caminar y esto no es ningún invento propio; es de conocimiento popular, es vox populi.
Una característica de este periodo es que ha crecido la asistencia económica a los mas desposeídos y también ha crecido el índice de personas empleadas. Una conclusión a la ligera aunque quizás acertada sería que: dentro del sistema no hay solución a la pobreza… es decir a medida que desarrollamos las propiedades o características aparentemente estabilizadoras y benévolas del sistema no podemos detener el crecimiento de la pobreza.
Hay mas guita, mas gente empleada y hay mas pobres.
Repetimos la conclusión: Al parecer no hay solución a la pobreza dentro del sistema ya que a pesar de destinarle mas recursos a su combate y una situación especialmente favorable en el tema laboral, la cantidad de pobres crece y crece.
Y si crece en las épocas mas favorables que ha conocido la economía uruguaya nos vemos obligados a elegir y decidir caminos políticos y es que: El capitalismo dígase lo que se diga de sus meritos; a medida que avanza el tiempo, hace crecer la pobreza y no solamente la económica sino también la que determina la exclusión social, la violencia y la delincuencia de todo tipo inclusive la precoz. Y aquí tenemos un triangulo cuyos lados van creciendo a medida que crece la pobreza y que además están relacionados y son dependientes en su crecimiento: si uno aumenta, aumentan los otros exponencialmente.
No hay terapias conocidas dentro del sistema por lo menos no para un organismo económico como el uruguayo que desde su nacimiento en 1830 ha bloqueado la reforma agraria artiguista; un acontecimiento especialmente agravado actualmente con la extranjerización , el monocultivo y las mejoras tecnológicas que expulsan en forma centrípeta a los pobladores del campo hacia los asentamientos. A pesar del casi pleno empleo no es posible cambiar dentro del sistema la inercia implícita hacia mayor pobreza. Evidentemente la pobreza es una consecuencia ineludible de un reparto cada vez mas desigual. Al parecer el sistema presupone que la mayor cantidad de riqueza deriva en mayor desigualdad en la distribución.
No importa la voluntad política de mitigar esas diferencias de ingreso (voluntad que ni es sostenida ni muy elevada en Casa de Gobierno). Nadie discute que seguramente sería peor si ningún esfuerzo se dedicara a combatir la pobreza. Profundizando el concepto podemos decir que la pobreza no es simplemente una situación económica que impide la compra y el consumo de mercaderías; sino que además impide la consecución de logros que cualquier sociedad necesita alcanzar para llamarse una sociedad justa y sin justicia no hay equilibrio.
Evidentemente la cuestión no estriba en “paliar” las deficiencias patológicas del sistema rogándole al destino que nos depare piadosamente un “viento a favor económico”. No alcanza. Este sistema económico por mas buena voluntad que se introduzca como combustible solo produce pobres.
Si habláramos de aviones como Mau Mau podríamos decir que este aparato económico por mas pintado de progresista que esté, es incapaz de levantar vuelo y tampoco ayudan al proyecto las modificaciones que hagamos en la cabina de mando. No puede volar y punto. Ni siquiera puede despegar y dejar la pobreza atrás. Para vencer la ley de la gravedad capitalista hay que cambiar de aparato (sistema) si es que queremos volar, porque queda demostrado que por mas chamuyo e intenciones de vuelo que tengan los pilotos frenteamplistas este sistema económico no puede proporcionar las alas que el país necesita para despegar. Y encima la nariz de la pobreza cada día pesa mas y apunta hacia la pista es decir la tendencia es a clavarse de cabeza. Los que quieran dejar la pobreza tendrán que cambiar de máquina.
En buen romance: Cuanto mas crecen las ganancias de los capitalistas mas crece la pobreza. Mayor acumulación significa mayor déficit distributivo. A pesar de que se intenta distribuir y contemplar las necesidades angustiosas de los mas desprotegidos, el problema aumenta… Asique parecería y valdría la pena comprobar la siguiente hipótesis: El problema proviene de la acumulación de ganancias en un extremo. Una acumulación no solo injusta sino que además es muy nociva para el tejido social. Hay que eliminar el extremo y no me interesa el como.
Parece simple: Si no se permite y se legisla para que las ganancias no se acumulen en un extremo seguramente la distribución va a ser mas equitativa. Pa’ empezar, seguro que habría menos pobres y mas justicia.
Mas claro, échale agua.
jaime g